“Nos quedaremos sin nada, por este negocio no nos pagarán nada porque arrendamos este terreno para funcionar… se acabará el trabajo de 30 años”. La cruda reflexión viene de propia boca de Silvia Kunze, una de las dueñas de la “Casita de las Alemanas”, tradicional salón de té y restorán sanbernardino que desaparecerá por la construcción de la futura autopista privada Orbital Sur Santiago.
“Este terreno es arrendado y los dueños lo verán partido en dos, y ni hablar de nosotros como negocio, que desaparece, ‘volamos’ completamente. Mi familia está consciente de todo esto y coincidimos en que hay que pelearla. Imagínese el impacto que tendrá en todos quienes vivimos de este negocio, todas las familias que logran sustento económico trabajando acá y que verán que todo se va a la punta del cerro (sic)”, completó Kunze.
La “Casita de las Alemanas”, donde hoy trabajan 50 personas de planta y otras 15 part time los fines de semana, ha cimentado su crecimiento en el esfuerzo de Silvia y Karin Claussen, la otra socia. Y por eso que duelen las reuniones por zoom que ha realizado el Ministerio de Obras Públicas con los vecinos. “Hace dos meses me entero de que esta autopista pasará por encima del restorán, y lo hago cuando usted pasó por acá investigando el trazado e impacto de esta carretera. Ahí tuvimos más información”, precisó Kunse.
“Acá hay personal que lleva los mismos 30 años de vida del restorán, y que luego tendrá muchas dificultades para encontrar otro trabajo. Y este mismo personal se acerca al administrador a preguntarle qué pasará con ellos si avanza la construcción del camino”, completó.
Silvia Kunse y Karin Claussen cimentan sus esperanzas de salvación en los movimiento vecinales que se armaron para impedir que el proyecto se ejecute así como está. “Hoy participo del Comité de Defensa Santiago Sur, los encuentro muy buenos y confío mucho en lo que pueda hacer ya que está muy bien armado e informado”.
En relación con el apoyo que debiera recibir la “Casa de las Alemanas” por parte de las autoridades locales, Silvia sostiene que “debieran hacer algo. Ahora bien, antes de enterarnos de la existencia de este grupo de vecinos que rechaza la autopista, con mi socia ya habíamos hablado de contratar abogados para defender el restorán”.
DELH
