SAN BERNARDO.- “Normalistas de todos los tiempos, que en las aulas su clase quedó. No habrá nada que borre tu huella y magia de tu vocación”. Esta es una de las estrofas del Himno del Profesor Normalista que ayer fue entonada por los maestros en el salón de esculturas de la Fundación “Profesor José Recabarren”, que celebró el Día del Profesor Normalista e inauguró la Sala Normalista “Laudelina Araneda”.
En las instalaciones de la organización social, ubicada en El Barrancón 4978, San Bernardo, nombres como Silvia Reyes, Fresia Jara, María Ormazábal, Mirella Neira, Beatriz Mora, Ligoberto Drago, Omar Muñoz, Elena Valdivia, Lilian Muñoz, Hilda Ruz, Agnnela Rousseaux y Manuel Sandoval y Victoria Álvarez, entre otros, recibieron un diploma de reconocimiento por la labor desempeñada e invitados a descubrir la placa de la Sala Normalista “Laudelina Araneda”.
“Nos llena de alegría y orgullo que estén estas celebraciones, recordando todo lo que hicimos, incluso, cuando no habían muchas cosas. Como olvidar el cariño y respeto de los niños, sin esperar nada a cambio. Y ni hablar de los apoderados, todos comprometidos con la educación de sus hijos e hijas. Me acuerdo aún de las peras y manzanas que me llevaban los alumnos, lo que es impagable”, dijo Silvia Reyes, quien fuera profesora de la escuela normal de Victoria, trabajando en Graneros y luego Rancagua.
Por su parte, el director de la Fundación “José Recabarren”, Robinson Recabarren, precisó que “el profesor normalista se ha convertido en un recurso formativo incidente en cada una de nuestras vidas, porque si conversamos en nuestras propias familias más de alguien ha tenido una participación en su vida con un profesor normalista. En este sentido, como fundación tenemos el mandato inalterable de don José y la señora Laudelina, de validar a los profesores normalistas hasta los últimos días de nuestras vidas”.
La actividad, liderada por Evelyn Recabarren, contó con la participación de autoridades educativas y de la Corporación de Educación y Salud de San Bernardo.