REGIONAL.- El lugar escogido para la degustación fue la Fuente Lastarria, de calle Merced, y que cumplía un año de funcionamiento. Dicho local fue el elegido por cuatro expertos del patrimonio mundial y su relación con la cultura (en este caso, «cultura viva», como también se denomina a la gastronomía) para una degustación de comida y bebidas muy chilenas.
Valentina Baleato (francesa, pero de madre chilena), Joao Leiva (Brasil), Manfred Zbreazny (Alemania) y Hugo Almonacid (Calbuco, Chile) se reunieron en ese emblemático boliche del Barrio Lastarria -caracterizado como SanguCHILEría- con el objetivo de conocer y degustar gastronomía criolla.
Sandwichs de pernil, pescado frito, el tradicional Barros Luco, choripanes, sopaillas y pichangas formaron parte del menú. También, vino navegado, clery, borgoña y cola de mono.
¿El resultado? Dos horas de buena conversación, intercambio de experiencias y excelente evaluación de los productos: el sandwich Marino, con pescado frito y pebre, sacó la mejor nota.
Valentina contó -ya más allá de la degustación- que el seminario organizado por el Servicio del Patrimonio (perteneciente al Ministerio de la Cultura) apuntó a conocer ideas, prácticas y visiones patrimoniales de diferentes lugares del mundo.
Ella recuperó una vieja estación de trenes, en Gare de Massi, cerca de Paris, donde instaló un centro gastronómico, ya reconocido internacionalmente.
Recordemos que en el evento desarrollado en el Centro Cultural La Moneda, participaron expertos de España, Noruega, Irlanda del Norte, Colombia, Perú, Ecuador, México, Francia, Alemania, Brasil y Chile.
Manfred, artista y herrero, vive en Liberia (África): allí se dedica a hacer esculturas con las armas que recicla de diferentes facciones en permanente conflicto bélico: «Lo peor de estas guerras es la utilización de niños como soldados. Les hacen creer que son inmortales, que nada les pasará en combate… La mortandad es altísima».
Joao es un economista, con paso por el periodismo en el Folha de Sao Paulo, convertido en especialista de encuestas culturales. Elogió tanto el Barros Luco («en Brasil tenemos algo parecido, aunque con un queso algo distinto»), como el Marino.
Finalmente, Hugo (carpintero de Calbuco) describió algunas diferencias entre la gastronomía del centro y la del sur de Chile. También contó sobre su experiencia en el País Vasco, donde fue invitado a construir embarcaciones de madera, su especialidad. Su talento lo hace viajar próximamente a Galicia, España, para seguir con sus actividades navieras.
Tras dos horas de grata charla y mejor comida y bebida, los cuatro expertos elogiaron las preparaciones de la Fuente Lastarria y prometieron volver «ahora,, para hacer un seminario sobre gastronomía patrimonial, porque la comida estaba muy, pero muy buena», sentenció Joao medio en broma, medio en serio.
Fuente: El Ágora.