SAN BERNARDO.- Esta crónica hablará de oportunidades, de posibilidades de crecimiento personal y profesional, de jóvenes que buscaron igualdad de condiciones para optar a un futuro mejor. Y por eso que engrana perfecto el preuniversitario gratuito que implementa desde 2023 Molymet, luego de un trabajo colaborativo y participativo con 34 juntas de vecinos y 14 clubes de adulto mayor.
Con clases presenciales en las salas de la Asociación de Industrias de San Bernardo (AISB), los alumnos y alumnas que se sumaron a esta iniciativa académica cursan hoy su primer año en distintas universidades del país tras una exitosa rendición de la PAES. En términos simples, lo lograron.
Las experiencias que se narran a continuación, de propia boca de sus protagonistas, ratifica que la unión del compromiso social de las empresas, con la voluntad de los vecinos por entender la comuna como un todo y el esfuerzo personal mejora la calidad de vida en el territorio.
Y así lo siente Mauricio López Silva (18 años), quien vive en el sector de Nos y cursa el primer año de la carrera de Contador Auditor en la Universidad de Chile. A través de la junta de vecinos supo del preuniversitario y no lo dudó. “Tomé esta posibilidad porque quería prepararme desde mucho antes para ingresar a la universidad, ya que apuntaba alto en mis expectativas al querer estudiar en la ‘U’… era mi primera opción”, dijo.

“La experiencia fue muy grata, más allá de que para algunos puede ser muy cansador salir del colegio e ir al preuniversitario. Además, esta posibilidad entrega oportunidad a jóvenes que no tienen cómo pagar mensualmente un lugar así. Respecto de los profesores, eran muy dinámicos y prácticos para explicar las materias y nos entregaban muchas guías para estudiar. Todos muy empáticos, sobre todo en matemáticas, porque las clases eran como a las 5, entonces había ya mucha carga académica por lo hecho en el colegio en la mañana. Se genera muy buen ambiente y se logran muchas amistades, que se mantienen hasta hoy”, agregó López.
SUBIÓ EN MATEMÁTICAS
Catalina Martínez Matus, quien vive en sector Los Parronales, ingresó a la Universidad de Chile para estudiar Periodismo. Con sus jóvenes 18 años, participó en el preuniversitario en 2023 y 2024, no importándole el cansancio ni la fuerte carga académica. Su mirada ya tenía punto fijo: su futuro.
“Los dos años que estuve me ayudaron harto, sobre todo en matemáticas, donde estaba más débil. Luego mi promedio subió mucho en esta área, mientras que en lenguaje pude potenciar la comprensión lectora”, recordó.

“Le tengo harto cariño al ‘preu’, porque nos trataron muy bien e hice varias amistades, que perduran hasta hoy. Era cómodo el lugar, sobre todo las salas, y me quedaba cerca de la casa, por lo que cumplir con los horarios no fue problema”, opinó.
“Los profesores tenían mucha voluntad, nos sacaban todas las dudas y siempre dispuestos a trabajar para que aprendiéramos. De hecho, a veces retrocedían un poco en el programa de estudios para potenciar contenidos. Y tuve un profesor que me hablaba muy bien de Periodismo, la carrera que al final elegí por sobre Derecho”, sostuvo.
“HOY TENEMOS UN FUTURO MEJOR”
Katherine Martínez Molina estudia su primer año en la carrera de Obstetricia y Neonatología en la Universidad Diego Portales, y se enteró de esta oportunidad por su mamá. “Nunca habíamos pensando en un preuniversitario porque no podíamos pagarlo, pero comenzamos a hacerlo cuando nos enteramos de éste, que era gratuito “, opinó.
“Me parece correcto y bueno que existan iniciativas así porque no todos tienen la oportunidad de pagar un preuniversitario, que es casi como pagar una carrera universitaria. No tenía los medios y este preuniversitario significó tener igualdad de condiciones a la hora de pensar en entrar a la universidad, romper barreras, tener el mismo estatus y no quedar abajo del nivel académico respecto de otros jóvenes”, narró.

“Lo que destaco mucho es que todos estaban muy preocupados de nosotros, que no nos faltará nada. De hecho, la “Tía” siempre nos tenía un pancito y té caliente en el break. También nos daban jugo en la época de más calor. Siempre nos tuvieron material de estudio impreso, y no hablo de 10 ó 20 hojas por alumno, sino de más. Los profesores muy responsables y siempre atentos. Y bueno, destaco al docente de lenguaje, que enseñó muy bien. Obtuve mayor puntaje en esta materia gracias a él”, agregó.
“Hoy tenemos un futuro mejor y por eso recomiendo a los jóvenes que tomen esta oportunidad, que es buena, gratuita, con profesores especializados a tu disposición y clases presenciales, que son mucho mejores que las online”, acotó Martínez.
MAR, CIELO Y TIERRA
Isaías González Conejeros (18 años), del sector de Avenida Portales, estudia medicina veterinaria en la Universidad de Las Américas. Su amor por los animales lo empujó a esta elección y por eso no dudo en inscribirse cuando escuchó a su mamá referirse al preuniversitario.
“Siempre quise estudiar medicina veterinaria y el puntaje que obtuve, que fue gracias al preuniversitario, me alcanzó para postular a 4 universidades. Esta iniciativa de Molymet es una ayuda excepcional, una gran oportunidad que hay que aprovechar, sobre todo, los jóvenes que aspiran a seguir estudiando tras dejar el colegio, que piensan en obtener un título en la Educación Superior”, precisó.

“Una experiencia súper buena y la atención de las personas de la AISB excelente, como también el cariño entregado por la tía Susana, que nos tenía una colación ya que salíamos tarde. Los profesores también con muy buena disposición para explicar las cosas, redundando todo en una experiencia muy bonita, ya que hice amistades y compartí con mis compañeros de colegio, que también asistieron a este preuniversitario”, aseveró.
“Teníamos hartos ensayos, que eran como pruebas PAES, mientras que las clases eran con hartas guías y material audiovisual. Los profesores movían mar, cielo y tierra para entregarnos buen material y prepararnos de la mejor forma”, apuntó Isaías.
PILARES DE MOLYMET
Para el jefe corporativo de gestión social y comunicaciones de Molymet, Ruddy Oetiker, la necesidad de contar con un preuniversitario gratuito se levantó en “distintas mesas de trabajo con la comunidad, donde conversamos sobre desarrollar programas con distintos focos en educación. Y este es uno de los pilares que estamos trabajando desde Molymet, porque pensamos que hoy, todas estas iniciativas, en el mediano y largo plazo, aportan valor a una gestión sostenible en nuestras comunidades”.

“Este es un fortalecimiento para sus habilidades teóricas y prácticas, pero además se abre la posibilidad de que les quede cerca de sus domicilios, lo que facilita los tiempos de desplazamiento. El lugar donde se hacen las clases es acogedor y se apoya en la alimentación y entrega de material de estudios. El preuniversitario se inició en 2023 con 50 personas, para doblar esta cifra en 2024. Este 2025 esperamos sumar a 120 estudiantes”, agregó el directivo.
