SAN BERNARDO.- En el marco del Te Deum católico 2025, realizado esta mañana en la Catedral, el obispo de San Bernardo, monseñor Juan Ignacio González, ratificó el rechazo transversal de la Iglesia a la recién aprobada idea de legislar sobre la eutanasia en Chile.
El pasado 9 de septiembre, la Comisión de Salud del Senado aprobó en general (tres votos contra dos) el proyecto que establece el derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objeto de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable.
“Desde esta Catedral alzamos nuestra voz, junto a todos los obispos de Chile y a mis hermanos de las confesiones religiosas que hoy nos acompañan, para rechazar con firmeza cualquier intento de legalizar la eutanasia y de avanzar hacia el aborto libre en Chile”, dijo el obispo en su discurso.
“La eutanasia y el aborto no es compasión, sino la negación del deber de cuidar y acompañar. Una ley que lo permita es una expresión patente del fracaso civilizatorio de la acción estatal y de sus legisladores. El aborto y la eutanasia no son derechos, sino la privación de la vida del más inocente y del que sufre. Ninguna ley puede legitimar lo que es intrínsecamente injusto. Nuestro deber es promover la vida y acompañar el sufrimiento con verdadera solidaridad”, precisó.
“La Patria es grande cuando el orden institucional y legal respeta siempre la vida de cada uno de sus hijos”, agregó el prelado.
“Cada ser humano posee una dignidad inalienable que corresponde a la naturaleza humana, independiente de cualquier cambio cultural. Por ello, los seres humanos tienen la misma dignidad inviolable en cada época de la historia y nadie puede considerarse autorizado por circunstancias particulares para negar esta convicción o actuar contra ella”, completó.
COHERENCIA A QUIENES GOBIERNAN
Por otro lado, el obispo habló de la coherencia que la iglesia exige a quienes gobiernan. “Es necesario que los que gobiernan no se aparten de la ley divina y natural, sino que la tengan por norma suprema de su autoridad y legislación; de otro modo, la autoridad misma se convierte en abuso y opresión”.
“La caridad social nos hace amar la patria y buscar el bien común de todas las personas, exigiendo la coherencia en cada uno, pero especialmente en nuestras autoridades, como lo ha expresado recientemente el Papa León XIV, al enseñar que no hay separación en la personalidad de una figura pública: no existe el político por un lado y el cristiano por otro”.
