Villas Esperanza y José Véliz ya no saben de malos olores

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LONQUÉN.- Solución a los problemas de malos olores y la instalación de cierres perimetrales fueron las principales mejoras que se realizaron en la planta de tratamiento de aguas servidas de la Villa Esperanza y la Villa José Véliz, de Talagante, resultado del trabajo colaborativo entre juntas de vecinos, el Comité Lonquén y el Consorcio Santa Marta.

En una ceremonia en la plaza del sector, vecinos de distintas comunidades celebraron las obras, que impactan positivamente en su calidad de vida. Al respecto, la presidenta de la Junta de Vecinos de la Villa Esperanza, Elizabeth Ramírez, se mostró muy agradecida por la gestión, porque “estábamos esperando esto hace mucho tiempo. Santa Marta y el comité nos dieron esta oportunidad, y no lo pensamos dos veces. Esta mejora beneficiará a 86 casas de nuestra villa, lo que se traduce en un total de casi 350 personas”.

Por su parte, la presidenta del Comité Lonquén, Patricia Candia, también celebró las obras de refacción del cierre perimetral y mantención de la planta. “Tengan presente que siempre buscaremos el bienestar de todos, porque nuestro trabajo va de la mano de responsabilidad social que implementa el Consorcio Santa Marta. Queremos que se sientan bien acompañados”, dijo.

Respecto del futuro, Candia agregó que “tenemos varios proyectos, que se traducirían en un jardín para abuelos y continuar incentivando el deporte para alejar la delincuencia de nuestra comunidad”.

Por otra parte, la secretaria de la Villa José Véliz, Marta Narbona, llamó a sus vecinos a cuidar las plantas, ya que es la única forma de preservar el buen funcionamiento de esta. Además, la dirigente se mostró muy agradecida por la gestión de la empresa y del Comité Lonquén, asegurando que “hay gente que apoya y gente que no, pero los que estamos apoyando estas iniciativas somos más”.

Planta de la Villa Esperanza totalmente cercada.

Uno de los gestores de esta iniciativa es el gerente de medioambiente de Consorcio Santa Marta, Pedro Rivas, quien señaló que las plantas de tratamiento de aguas servidas las villas Esperanza y José Véliz tenían serios problemas de mantención como, por ejemplo, no contar con equipos de repuesto.

“En el transcurso de este año se espera una segunda etapa, en la que se debe restaurar todo el equipo técnico en el interior de las plantas para que operen con mayor facilidad”, dijo el experto.

Norman Grogg Soto

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