SAN BERNARDO.- Una unidad móvil de carabineros, de lunes a lunes y 24 horas al día, e instalación de cámaras de televigilancia son las principales medidas que se adoptarán en el hospital “El Pino” para evitar que se repitan los hechos de violencia registrados el fin de semana, donde resultaron heridas 9 personas (2 fallecidos, tres con riesgo vital y tres heridos de mediana gravedad) tras ajuste de cuentas de bandas rivales.
Las acciones de mitigación fueron el resultado de la mesa de trabajo que desarrollaron hoy en el mismo centro asistencial el alcalde de San Bernardo, Christopher White, la subsecretaria de Prevención del Delito, María José Gómez, dirección y dirigentes del hospital y Carabineros.
Al respecto, el miembro de la Asociación de Funcionarios de la salud, Patricio Torres, se mostró conforme con las medidas adoptadas, aunque confesó que no estarán tranquilos hasta no ver los resultados. “No sé qué más necesitan para declararnos zona roja, quizá están esperando que muera un funcionario para que lo hagan”, declaró.
Por su parte, la subsecretaria de Prevención del Delito, María José Gómez, aseguró estar dispuesta a todo con tal de frenar la delincuencia y aumentar la seguridad del lugar. “El viernes esperamos realizar una marcha exploratoria para revisar las condiciones de seguridad del hospital, y ofreceremos nuestro programa de ayuda a víctimas para quienes requieran atención después de lo sucedido”, señaló. La autoridad de Gobierno también manifestó que harán un traspaso de mando informado para que esta acción continúe luego del 11 de marzo próximo.
Finalmente, el director del hospital, Patricio Vera, enfatizó que, a pesar de todo, el recinto seguirá atendiendo. “Ningún paciente fue dejado de atender, logramos resultados positivos con siete de los nueve heridos. Lamentablemente para sus familiares, dos perdieron la vida y dos siguen en la UCI de otro hospital. Pero seguimos adelante, esa es la vocación de nuestros funcionarios”, concluyó.
Norman Grogg
