SAN BERNARDO.- El pasado 19 de noviembre, un grupo de jugadores y exjugadores del Club Deportivo “Eugenio Matte” se reunió en un almuerzo de camaradería para homenajear y agradecer el trabajo formativo realizado abnegadamente por Iván Ramírez Espina, otrora arquero y jugador del club como también de Colo Colo, San Bernardo Central y Tricolor de Paine.
Ramírez, quien luego volvió a su querido Eugenio Matte, en la década del ‘70 y ‘80 dedicó su tiempo al trabajo formativo de las divisiones inferiores de la institución blanquinegra en la cancha siempre, ubicada en la intersección de calle Freire con Esmeralda. Es decir, en la parte posterior de su histórica sede de calle Eyzaguirre, en el costado sur del cuartel de la Policía de Investigaciones de Chile.
El referido club fue fundado el 08 de febrero de 1945 por los vecinos del barrio de la Villa “Eugenio Matte”, ubicado en calle Freire, entre San Alfonso y el pasaje Eugenio Matte, al lado de la población “León Muñoz Romero”, que fue construida con posterioridad (año 1960) y cuyos edificios fueron de los primeros levantados en la comuna. De hecho, la juventud de su nueva población reforzó el trabajo de las series infantiles y juveniles, las mismas que demandaba la participación en la Asociación de Fútbol de San Bernardo, todo un barrio que hoy está frente a la sede DUOC UC de San Bernardo.
Pues bien, los fundadores del club fueron las familias de la Villa “Eugenio Matte”, entre ellos, Jorge Ramírez Ortega y Luís González Arriagada, padres del homenajeado Iván Ramírez Espina, a su vez padre de Luis Ñato González Lara, también presente y también homenajeado en la oportunidad.
La cancha y sede de “Eugenio Matte” se perdió en marzo de 1985 cuando el terreno fue rellenado de escombros a consecuencia del terremoto ocurrido el 03 marzo del mismo año, y hasta la fecha el club no encuentra sede ni cancha propia para desarrollar su actividad, que sigue cosechando logros y títulos deportivos.
Así, en 1998, la institución obtuvo el título en el Campeonato Regional de Campeones “Tito Moreno”, que vino a sanar la herida de la final perdida en el mismo torneo en el año 1989. También, en 1990, tuvo el mérito de disputar el partido de exhibición junto a Colo Colo, quien se presentó con el plantel que obtuvo la Copa Libertadores de América de 1991, el máximo título a nivel de clubes del balompié nacional.
El encuentro de camaradería contó con la presencia de más de 25 jugadores, exjugadores y compañeros de equipo de “Don Iván”, quienes reconocen su dedicación, cuidado, cariño, experiencia, valores sociales y deportivos, tanto a nivel personal como deportivo.
En ese trabajo formativo había premisas como no fumar, no beber, buen vocabulario, uso correcto del uniforme deportivo, trabajo en equipo, esfuerzo, gratitud, respeto al compañero y al rival deportivo. Todo, en un marco de cuidado a la integridad física y moral de todos los niños y adolescentes del club, siempre bajo la supervisión directa de Iván Ramírez y de otros adultos del club, entre los cuales destacan la figura de su presidente José Eugenio Quilodrán Ayala y “Keno” Ayala (QEPD), quien con su pasión, entrega, cariño y tiempo dedicado contribuyó al engrandecimiento del club para situarlo como el más galardonado de la comuna.