SAN BERNARDO.- Al entrar por calle O’Higgins al Centro de Salud de San Bernardo (CESA) llama la atención un vistoso pesebre. Por primera vez muchos funcionarios quisieron realizar una obra colaborativa para contribuir a dar un sentido cristiano y alegre a todos los que trabajan y visitan el lugar.
El Centro de Salud de San Bernardo es un establecimiento ambulatorio que presta servicios en diferentes especialidades y donde realizan una labor docente los profesores de la Universidad de los Andes en las carreras de Medicina, Odontología, Psicología, Kinesiología, Terapia Ocupacional y Enfermería. Aquí llegan pacientes derivados del Hospital de San Bernardo, quienes reciben atención de primera calidad.
Macarena es la jefa de personas del CESA y junto con Mildred, encargada de atención al cliente, y Claudia, secretaria del área de Medicina, tomaron la iniciativa de hacer un pesebre para una de las entradas del Centro de Salud. Luego de pensar diferentes alternativas llegaron a la conclusión que para que todos participaran y fuera sustentable, debía ser colaborativo, es decir, que cada uno aportara con lo que pudiera.
Cuenta Mildred que, aunque ya hay un pesebre al interior del lugar, el nuevo se pensó instalar a la entrada por calle O’Higgins, “para dar un sentido cristiano y de ilusión al que llegara al CESA”. La actividad “fue muy emocionante porque movió la fibra de todos los funcionarios”, agregó. Así fue como comenzaron a recopilar materiales reciclados como telas, cordones, algodones, rollos de sabanillas clínicas vacíos, entre otros.
Al principio hicieron un concurso para seleccionar la imagen que se fabricaría, para que todos participaran. “La Sagrada Familia convoca y da el espíritu cristiano que queríamos reflejar en la entrada principal del CESA”, señala Mildred. El proceso –eso sí– no estuvo exento de algunas dificultades, como cuando se dieron cuenta de que les habían botado la mayoría de los materiales, pensando que era basura. Sin embargo, lograron cumplir con el encargo y el resultado salta a la vista.
Claudia, quien es muy artista y ha realizado algunas figuras que ya adornan el CESA, fue la encargada de armar la base para comenzar a prepararlo. Ella cuenta que el arte la relaja y además quiso participar porque encontró que la idea era muy bonita y los uniría a todos.
El proyecto fue entusiasmando a otras áreas, como Enfermería, cuyos integrantes se propusieron hacer algunos animales con cartón para acompañar a la Sagrada Familia. Valentina lleva un año y medio trabajando como técnico en odontología y relata que “quisimos participar en este pesebre colaborativo con un chanchito y dos ovejitas para fomentar el espíritu navideño y la unión entre los diferentes equipos. Y también porque hay tanto que agradecer y pedir, especialmente por nuestro compañero Luis Alejandro, un funcionario del Centro de Salud que en este momento se encuentra con cáncer y queremos rezar mucho por él y por su salud”.
Por su parte Macarena explica que “esta es primera vez que hacemos este proyecto de pesebre comunitario. Han sido años muy complicados, tanto para la sociedad como para nuestro Centro de Salud donde nos hemos enfrentado a distintos tipos de situaciones que nos empujaban a llamar la gracia y tener una causa común para poder unirnos y reconocernos”. Esta causa común que cuenta Macarena es la enfermedad del funcionario Luis Alejandro por el que durante el año se han hecho distintas campañas para darle apoyo y acompañarlo.
Asimismo, el p. Óscar Paredes, capellán del CESA, destacó que “el pesebre de Belén acoge a todas las comunidades, especialmente aquí. Estamos todos muy alegres por Navidad, esperando que llegue el Niño Dios a nuestros corazones y que todos también se puedan adherir a su amor. Como el Papa Francisco nos llama, que podamos salir a su encuentro en este año de la Esperanza que está por llegar”. Aprovechó de invitar a participar en la comunidad que se está formando y a la misa de los miércoles a las 12:30 horas.