Todas las botillerías de la comuna podrán atender público en cuarentena luego de que el concejo municipal de San Bernardo aprobara la modificación a la ordenanza 27 en su título v, artículo 19, que establece como único horario de atención de los establecimientos de Expendio de Bebidas Alcohólicas de 10 a 18 horas, cada día de la semana y durante los períodos que se establezca el confinamiento obligatorio para el territorio.
“Ellos comercializan lo mismo que se vende en un supermercado, pero en menor cantidad, lo que trae como resultado que la gente pueda ir a comprar a estos locales de barrios, más próximo de sus hogares permitiendo un menor desplazamiento, evitando las aglomeraciones de personas y teniendo un mayor control de las medidas sanitarias correspondientes”, precisó la concejala Jovanka Collao, quien previo a la cuarentena total había pedido la urgencia de realizar un concejo extraordinario para establecer la medida.
“Con el cierre temporal de este tipo de negocios proliferó bastante el comercio clandestino de alcohol, lo cual generó un gran problema, no solo por ser un comercio desleal con aquellos establecidos sino que además se considera un delito. No somos la única comuna que ha tomado esta determinación, debido a que tenemos una realidad nacional compleja y muchos de estos contribuyentes deben trabajar para poder vivir”, agregó Collao.
Por su parte, el Presidente de la Cámara de Comercio de San Bernardo, Pedro Zamorano, precisó que la medida “significa entregar la posibilidad al vecino de barrio no tener que trasladarse al supermercado por éste abastecimiento, disminuyendo tiempo y posibilidad de contacto social, con un mayor número de personas que concurren al supermercado”. Sin embargo, agregó el dirigente, “la decisión significa para otros laxitud en las medidas sanitarias que conlleva una cuarentena. Ahora bien, todas esas ventajas no sirven si no se hacen con el máximo rigor en respetar y tomar las medidas sanitarias que correspondan”.
En Lo Herrera algunas botillerías manifestaron su alegría por la decisión del concejo municipal. “Me siento muy conforme porque tengo personas a mi cargo y a las cuales debo pagarles su sueldo. La botillería es mi única fuente de trabajo y debo sostener a mi familia y trabajadores”, comentó una administradora.
Por otro lado, un locatario en el centro de San Bernardo precisó a este medio que “la medida sólo fomenta el negocio clandestino”.
DELH