SAN BERNARDO.- “Desde el municipio no hubo una conversación con el Colegio de Profesores ni con los sindicatos de trabajadores de la Educación”. Con estas palabras, la tesorera del comunal del Colegio de Profesores de San Bernardo, Pamela Guerrero, mostró su sorpresa tras la decisión del municipio de San Bernardo, que lidera Christopher White, de regresar a clases presenciales en marzo en todos las escuelas y liceos públicos de la comuna.
La profesora de Historia, Geografía y Educación Cívica aseguró que el comunicado entregado hoy por la municipalidad no pasó por ellos previamente y que la determinación se ajustó estrictamente al protocolo emitido desde el Ministerio de Educación.
“Los aforos están siendo exigidos en casi todos los organismos públicos y privados donde se reúne gente o trabajadores. Es el colmo que, en los colegios, que son tan importantes, la situación sea diferente, estamos caminando para atrás”, declaró la dirigente. La molestia de la tesorera comunal se suma a las críticas del presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, al protocolo del Mineduc, que elimina la restricción de aforos dentro de las salas de clases de todos los establecimientos.
Si bien el comunicado emitido por la Municipalidad de San Bernardo durante la tarde asegura que tanto la Corporación de Educación como la de Salud cuentan con los insumos necesarios para el retorno, Guerrero no cree que todos los establecimientos cumplan con el protocolo.
“Lo más básico, como las mascarillas que se entregaban, eran de mala calidad, siendo que la presencialidad debe otorgarles confianza a los padres en cuanto a las condiciones de seguridad en la que estudian sus hijos”, dijo.
Según la tesorera del comunal, no es seguro que todos los recintos educacionales puedan facilitar mascarillas de calidad, contar con una buena ventilación y con un correcto funcionamiento de los medidores de CO2.
Para finalizar, la profesional enfatizó que en San Bernardo hay una gran parte del profesorado que tiene pensamiento crítico y que, con buenos diagnósticos de distintas realidades escolares, pudieron haber sido un gran aporte para que la comunidad de apoderados y estudiantes vuelvan a las escuelas con más confianza y en mejores condiciones.
Norman Grogg