“Guerra a la Especulación”

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“Se ha dicho repetidas veces en los comicios y en la prensa que hay en estos momentos de penurias, comerciantes suficientemente inescrupulosos como para especular con los artículos de primera necesidad, vale decir con el hambre del pueblo”.

De esta forma comenzaba el párrafo de denuncia del artículo “Especuladores” publicado en El Clarín de San Bernardo en mayo de 1932. Ciertamente el país, y por ende también nuestra ciudad, vivía (o sobrevivía) a los duros avatares que trajo consigo la crisis económica mundial de 1929 y el tema de la escasez de alimentos, o el acceso a ellos, era una urgencia galopante tres años después. Sin embargo, la crisis también pujaba una notoria inestabilidad política que derivó en un proceso de levantamientos y asonadas golpistas para asumir el control del Estado, a la deriva desde el derrocamiento de Ibáñez del Campo en 1931.

En este contexto de inestabilidad es que se crea durante la exigua Republica Socialista de 1932 el Comisariato General de Subsistencias y Precios, primitivo antecesor del Servicio Nacional del Consumidor, el cual estaba llamado a poner atajo a la especulación y alzas de precios, acaparamiento y sobre producción de artículos considerados de primera necesidad por el gobierno, el cual dependía del Ministerio del Trabajo.

La responsabilidad de administrar el comisariato de precios a nivel local recayó en un Comisario, si no en el mismo alcalde, quien dictaba el precio máximo de un artículo, medio de transporte público e incluso arriendo de un inmueble para uso comercial o habitacional, medidas a las cuales se les exigía enérgico cumplimiento por parte de grupos organizados de arrendatarios, sindicatos, gremios y prensa local. Pese a todo, el problema de las subsistencias y los precios se mantuvo durante la década del 30, agudizándose desde el año 1936 por lo que las atribuciones de esta institución fueron aumentando a medida que la presión social fue creciendo producto de las alzas.

En el escenario local el semanario Más se abocó a la campaña de denuncia de la especulación, ajustes de precio y fraude en las pesas de las panaderías de la comuna. Su portada del 19 de junio de 1943 declaraba sin preámbulo “Guerra a la Especulación” entregando además los nombres de los locatarios acusados de “balanza fraudulenta” o venta de pan por sobre el precio estipulado por el comisariato, esto tras publicar en su artículo “¿Cuántos gramos trae el kilo?” del 5 de junio como panaderías vendían bolsas de pan de un kilo y que en estricto rigor pesaban bastante menos.

Tal fue el caso de la Panadería Francesa de Dionisio Celery, ubicada en Eyzaguirre 598, donde se comprobó que la bolsa de kilo en realidad pesaba 680 gramos lo que le valió una multa de $300. Sin embargo, no toda denuncia logró concretar algún abaratamiento efectivo e inmediato de la subsistencia como fue el caso expuesto por este semanario en julio del mismo año cuando acusó el elevado costo de la leche y el precio superior que se pagaba por la carne en San Bernardo versus lo que se pagaba en Santiago, ya que se determinó que el problema estaba al inicio de la cadena de distribución, vale decir en el productor original del producto. En el caso de la leche, el mayor productor y abastecedor de la comuna era Joaquín Tocornal quien se negaba a vender por menos de $2 el litro de leche en cuanto aducía que ese era el precio pagado por la Central de Leche de Santiago. Lo mismo con la carne, la cual ya salía con un precio elevado del matadero comunal, único ente autorizado para el faenamiento de animales.

Ciertamente otros tiempos. A fines de la década de 1940 el comisariato vio recortada sus atribuciones y se concentró en torno a la persecución de prácticas abusivas, durante los sesenta fue reemplazada por la DIRINCO (Dirección de Industria y Comercio) que establecía de igual forma la intervención del Estado en los negocios particulares para finalmente desaparecer la regulación estatal en 1982 cuando se desreguló totalmente la producción y el comercio de cara a las políticas abiertamente neoliberales de la dictadura.

Marcelino Romero C. / Licenciado en Historia y Ciencias Sociales
Profesor de Historia y Cs. Sociales

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