Veredas intransitables, aumento de la delincuencia, alteración del orden público y cocinería sin ningún tipo de normas sanitarias conforman el complejo escenario de las calles céntricas de San Bernardo ante el incremento explosivo del comercio ambulante. Y a tal punto escala el problema que la Confederación del Comercio Detallista y Turismo de Chile informó a la Cámara de Comercio de San Bernardo, liderada por Pedro Zamorano, que recurrirá al Ministerio de Hacienda y de Economía, como también al Director del Servicio de Impuestos Internos (SII), para que intervengan y frenen el incremento de la ventas callejeras e informales en la comuna.
“Desde el lunes pasado todo creció, se instalan con toldos y carros. Es más, uno llega temprano y las veredas están marcadas con spray y nombres. No descartamos ninguna acción para evitar que el comercio ilegal siga operando impunemente, pero primero debemos esperar el actuar de las autoridades. En este sentido, les hicimos ver el problema a la administración municipal y alcaldesa, y reconocen que ninguna de esas personas tiene permiso para funcionar”, dijo Pedro Zamorano.
“Acá hay una ordenanza que no se cumple, y también entendemos que es difícil mandar a fiscalizadores sin presencia policial porque la situación del país está delicada aún. En este sentido, también oficiamos a carabineros de la 14ª comisaría para que nos explicaran si pueden cumplir con el cuidado, entendiendo también que ellos están sobrepasados”, agregó.
Agrega el directivo que “hay algunos locatarios que analizan presentar un recurso de protección contra el Estado por su falta de control y combate al comercio informal e ilegal, lo que va en desmedro de quienes pagamos y cumplimos las normas. En este sentido, nos reuniremos con la alcaldesa Nora Cuevas para pedirle algún tipo de beneficios a nuestros socios en el pago de los permisos, ya que por la crisis social las ventas han sufrido una importante merma”.
“DONDE MANDA CAPITÁN…”
Una fuente del departamento de patentes y rentas municipales explicó a www.delh.cl que “la orden superior es no fiscalizar el comercio ambulante”, agregando que “en esta situación, como fiscalizadores, no podemos hacer nada porque ‘donde manda capitán no manda marinero”.